TODO TIENE UN PRECIO

Sentí la necesidad de escribir sobre esto a raíz de la temporada de rentas de personas naturales en la que estamos abocados los contadores, que entre otras cosas, nos permite ver casos de todo tipo, propios y ajenos (clientes).

Se ha vuelto común leer que una de las asignaturas que debiera brindarse en el colegio tendría que ser “finanzas personales”, ¿Por qué?, probablemente porque nos estamos encontrando con jóvenes endeudados hasta la coronilla, como reza el argot popular, y es que en esto quien esté libre de pecado que lance la primera piedra.

De acuerdo con las últimas proyecciones de población del DANE, para el año 2022 la juventud de 15 a 29 años representaba el 24,5% (12.656.797) de la población total colombiana, por otro lado, Datacrédito pudo establecer que durante el primer trimestre de 2022, el 46% de los colombianos que adquirieron un crédito estaban entre los 18 y los 35 años y un estudio reciente del Banco Mundial señala lo que sabemos, que los jóvenes colombianos carecen de una adecuada educación financiera haciéndolos más propensos a caer en situaciones de sobreendeudamiento.

Llamó poderosamente mi atención varios casos de jóvenes menores de 30 años que tuvieron la obligación de declarar renta y al hacerlo no sabían con claridad a dónde había ido a parar el dinero producto de obligaciones financieras adquiridas-no estaba en su patrimonio-, obligaciones financieras que presentaban un incremento del año 2021 al 2022 de entre un 100-150%. La frustración que experimentan por tratarse de dineros que fueron dirigidos al gasto- en otras palabras, en papitas, viajes, accesorios, moda, rumba- se dejaba ver. Algunos de estos jóvenes ya estaban en impago y aquí vale la pena citar, “Los créditos de consumo (para carro, viajes, bienes) son los que más cartera vencida presentan. El saldo vencido en esta modalidad fue de $14,3 billones al mes de marzo, $6 billones más que en igual lapso del 2022”, y agrego, entre más jóvenes más fácil caen en mora.

Mi “muestra” es pequeña dentro de un universo de cifras pero al leer sobre los niveles de endeudamiento de los jóvenes en Colombia pude corroborar que no es descabellado.

¿Factores?, muchos. Qué responsabilidad les cabe a las entidades financieras ante lo que considero un exceso de flexibilidad a la hora de aprobar productos financieros, al sistema educativo como tal. Luego, por supuesto, están otras variables como el entorno, las redes sociales-sí que influyen-, la familia, la pareja, los amigos, las expectativas y deseos.

Lo cierto es que hoy en día muchos jóvenes, decenas, se cuestionan cómo salir de esa situación financiera, tomará años seguramente y dejará grandes lecciones. A ellos les deseo lo mejor, deseo que puedan encontrar las herramientas y los mecanismos que les permitan tomar decisiones financieras mucho más consientes y sólidas en tiempos que justamente lo ameritan.

Viene a mi mente la frase del analista económico Morgan Housel, “Todo tiene un precio, pero no todos los precios vienen en una etiqueta” , hoy en día creo sin temor a equivocarme que ir a la cama sabiendo que has usado tu capacidad de endeudamiento, tu dinero,  de una forma que te permita dormir en paz no tiene precio.

P.D. Nos deseó a nosotros, los contadores, un sueño tranquilo, como el de aquel que ha sabido administrar lo que tienen y gestionar sus expectativas sobre lo que aún no ha llegado a sus manos.    

Elizabeth Zárate

@elizabthzarat_

 

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